Si bien hoy en día el sushi es furor en Argentina, hay que reconocer que las piezas que consumimos tienen muy poco que ver con la cocina japonesa real. Aunque ricos, los rolls con palta, kanikama, o queso crema no tienen nada que ver con Japón, sino con lo que hicieron los inmigrantes orientales cuando llegaron a Estados Unidos para adaptar su gastronomía al paladar local. Sin embargo, no hay que ser puristas. El sushi americano no es mejor ni peor que el sushi japonés. Es diferente, nada más.
En Buenos Aires, por suerte hay de todo. Podemos ir al Sushiclub a comer piezas con palmitos y queso, pero también a restaurantes como Yuki e Ichisou (les debo aún la reseña de Yuki, tengo por ahí las fotos), que ofrecen cocina japonesa auténtica para paladares inquietos como el mío, que van de un estilo al otro sin culpa ni contradicciones.